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La visita hay que organizarla con toda la emoción del descubrimiento y con toda la atención de no alterar el espíritu de conservación y protección que ha inspirado la creación de este parque natural y se puede realizar desde una hora antes de que salga el sol hasta una hora después de la puesta del sol. Las mejores horas para observar alguna de las más de 300 especies de aves son por la mañana y al atardecer y las mejores épocas de marzo a mayo y de agosto a octubre, que es cuando de producen las migraciones. |
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No tenemos que olvidar la visita al observatorio de Senillosa, siguiendo el itinerario de la Massona. Son cuatro torres construidas el 1959 para almacenar y secar el arroz, una de ellas habilitada , el 1996 como privilegiado observatorio a 22 metros de altura desde donde se puede disfrutar de una panorámica realmente excepcional. |
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En este parque natural descubriréis una gran variedad de especies animales y una rica vegetación gracias a los contrastes derivados de la proximidad del mar: pollas de agua, foches y cigüeñas conviven con todo tipo de insectos, ranas, tejones, conejos, comadrejas y hasta nútrias y en invierno algunos jabalíes en un espacio dominado por el agua y la vegetación. |
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